Partiendo
de la base de que cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, necesita de
alguna herramienta para saber si se ha cumplimentado los objetivos para los
cuales se creó (curso, módulo, U.didáctica). Ni que decir tiene que a lo largo de todos estos años ha habido
múltiples teorías y estudios al respecto. Pero
claro, casi todas se trataban de la enseñanza presencial.
La
enseñanza on-line también requiere de esas herramientas, que no son otras que
“la evaluación y control de calidad”, éstas aplicadas al e-learning, sí que son de estudio más reciente,
pero no difieren mucho de la objetividad que se va buscando. Habrá otros puntos
que antes no se trataban, como la participación asíncrona en foros o discusiones sobre contenidos del
temario, y otras tantas. Pero es indudable que existen unos criterios e indicadores
que son válidos para cualquier proceso formativo y que siempre habrá que tener
en cuenta y, sobretodo, para los que nos dedicamos a la docencia en las
FAS.
En
esta semana, en la que hemos trabajado sobre la creación de una “plantilla de
evaluación”, de una Unidad didáctica (Cocina española), que habíamos trabajado
la semana anterior, nos vimos al principio un poco perdidos porque no sabíamos
si nos pedían una plantilla para evaluar el proceso formativo , o evaluar al
alumno en sí. Después de esta aclaración por parte del profesorado, el primer
problema vino sobre qué objetivos queríamos evaluar, para esto debíamos saber
qué criterios e indicadores íbamos a utilizar. El 2º problema se nos dio con la
repartición de tareas a distancia, que nunca será lo mismo que si lo haces con
la gente presente. Pero ni que decir tiene, que para esto estamos aquí, para
aprender de este trabajo en equipo, colaborativo y a distancia, donde la figura del líder cobra vital importancia. Con
este tipo de prácticas donde te enfrentas a casos semejantes a un futuro no muy
lejano, el fin era lograr una plantilla con
una serie de conceptos evaluadores, cosa que se consiguió a pesar que como ya
dije en mi anterior blog, la wiki no nos dejara adornar en cierta medida la plantilla
base.
Concluyendo,
tengo que decir que cuando eres alumno nunca te gusta la palabra evaluación
equivalente a notas, a un sentir de obligación. Pero ni que decir tiene, que
son imprescindibles para que el proceso completo de la enseñanza siga adelante,
hay que tratar de que el alumno no solo vea esa obligación, sino una
orientación, una eficacia, una pertinencia y sobre todo una aplicabilidad a su
realidad social, profesional etc.
Talarn 11 de mayo de 2012
Juan
Carlos
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